lunes, 22 de octubre de 2007

Magnitud de la ecónomia informal en el mundo

Definitivamente, la economía informal no
es un fenómeno exclusivo de los países subdesarrollados;
la globalización de la economía nos
muestra que también en el mundo desarrollado
esta actividad está muy extendida, tal como lo
precisa el economista austríaco Dr. Friedrich
Schneider7, en la revista The Economist USA,
quien estima que el tamaño de la economía informal
en el mundo alcanza un volumen de 9
trillones de dólares en traducción literal del inglés,
pero en buen español serían 9 billones.
El tamaño oficial de la economía mundial
es de US$ 39 billones y el de la economía de
Estados Unidos es de US$ 9 billones, por lo que
la informalidad mundial añade otra economía
equivalente a la de Estados Unidos. Eso nos da
una idea de su magnitud.
El Dr. Schneider estudió la economía informal
en 76 naciones, tanto industrializadas como
emergentes. Basándose en esa investigación la
revista The Economist estima que en los países
ricos la economía informal fluctúa alrededor del
15% del PBI, y que en los países en desarrollo
alcanza más del 33% del PBI.
De los 76 países examinados, Nigeria,
Tailandia y Egipto tienen las economías informales
más grandes, sobrepasando el 70% de PBI.
Al otro extremo, el país con la economía informal
más pequeña es Suiza, con apenas 10% del
PBI. Es interesante notar que donde más se respeta
el secreto bancario, menos informalidad
hay. A Suiza la siguen Japón, Estados Unidos y
Austria.
Pero en Europa la situación se deteriora en
vez de mejorar. La economía informal alemana
equivale al 2O% del PBI y 22% de su gente trabaja
en la economía informal, cuando en 1970 era
solo el 10%. Mientras más altos son los impuestos
y más entrometidas las regulaciones gubernamentales,
mayor es el incentivo a operar en
la informalidad. Así vemos que en Italia, España
y Bélgica, la informalidad fluctúa entre 23% y
28% del PBI.
En Italia y Bélgica el peso total de los impuestos,
sumando los impuestos a las ventas, a
la renta y las contribuciones por nómina a la
seguridad social, sobrepasa el 70% del ingreso
del trabajador. Esto se compara con el 41% de
Estados Unidos (ver anexo).
Mucho más extendida es la informalidad
en América Latina, donde la mayoría de la gente
simplemente no puede pagar el alto costo de la
legalidad. Cuando una persona quiere establecer
su propio negocio, necesita contratar los
servicios de un abogado y luego dedicar
semanas, si no meses, a conseguir permisos y
Gestión en el Tercer Milenio, Rev. de Investigación de la Fac. de Ciencias Administrativas, UNMSM (Vol. 7, N.º 14, Lima, noviembre 2005)
5 0
licencias en una multitud de oficinas públicas
diferentes, además de tener que pagar bajo la
mesa a una infinidad de funcionarios corruptos
para «agilizar» la tramitación.
La magistral obra de Hernando de Soto, El
otro sendero8, publicado en 1986, señalaba que
la economía informal del Perú alcanzaba entonces
60% de las horas-hombre trabajadas. En Venezuela,
desde hace varios años, más del 50%
de la población trabaja informalmente. Se trata
de dos países ricos en recursos naturales donde
sus malos gobiernos han construido tan absurdos
obstáculos al trabajo que un altísimo porcentaje
de la ciudadanía no tiene más recurso
que vivir y trabajar al margen de la ley.
Por el contrario, como lo mostró el periodista
de ABC John Stossel, en su programa de
televisión «20/20» en setiembre de este año, en
Hong Kong él mismo logró abrir una tienda en
un centro comercial en menos de 24 horas. Eso,
en gran parte, explica la riqueza de inmigrantes
que llegaron de la China con sólo la ropa que
traían puesta, pero con trabajo y sin obstáculos
oficiales transformaron una roca sin más recursos
naturales que un buen puerto, en la ciudad
más próspera y con mayor densidad del mundo,
todo ello en una sola generación. Ello también
comprueba que el llamado «exceso» de población,
si llega a ser un problema, es insignificante
comparado con el exceso de impuestos, regulaciones
y malas leyes.

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